El silencio nos hace cómplices...

..a finales de los ochenta a alguien se le ocurrió un plan muy inteligente"comprar" objetos valiosos —joyas de oro, plata y bronce, copas de bacarat, piezas de mármol, lámparas antiguas, aquello poco que le quedaba a la población, para entregarnos una moneda un poco rara en forma de bonos, llamada chavito con la que podíamos comprar en unas tiendas improvisadas por el gobierno, ropa comida, y algunos electrodomésticos..


...por aquel entonces el oro se cotizaba en el mercado internacional, aproxiamadamente a 18 dólares y a nosotros nos lo pagaba a 3.y algo mas, no recuerdo exactamente, y el pueblo que se había acostumbrado a no ver nada, en sus tiendas,empezó a recoger todo lo valioso que había en las casas, joyas, copas, fuentes vajillas, lamparas, todas aquellas valiosas pertenencias de nuestros antecesores, que nos las tasaban por precios escandalosamente ridículos....

... debido a la escasez que nosotros también teníamos, no demoramos mucho, en caer en la trampa, mi madre de poquito en poquito, con gran dolor en su alma empezó a darme lo que había guardado por años y años como reliquia de la abuela, la bisabuela, hasta su anillo de compromiso, cambiamos todo cuanto teníamos, para sentirnos como cuando los colonizadores llegaron América, con sus barcos cargados de espejitos y chatarra que cambiaban por oro a los indios...

..pero la necesidad era mayor que el deseo de guardar y conservar nuestros recuerdos, fuimos cambiando todo para comprarnos, ropas, comida, hasta que un día como en todo lugar que de donde se saque no se mete, se nos termino lo ultimo que teníamos, pasábamos horas y horas, buscando entre las cosas de la abuela y por todos los rincones de la casa, pero ya no había escapatoria, lo único que nos quedaba, eran las muelas de papa..

..al igual que mi padre, aun recuerdo muchos de sus amigos que cedieron, a las suplicas de su familia, para quedar desdentados, y así llevar un plato de comida o algo para que sus familiares se vistieran, estas son las primeras historias que recuerdo de oír hablar de adultos desdentados en cuba, que me ha venido en mente porque hace unas semanas, fue a visitar a mi madre una de sus amigas, que se veía muy triste, ya que había ido a la clínica de estomatología hace como un año atrás y nunca la pudieron atender, por no haber: anestesia, agua o por falta la electricidad,de instrumental estéril, o simplemente por no haber papel para envolverlos o porque el equipo para esterilizar, está roto, el tiempo ha pasado y lógicamente lo que eran unas pequeñas caries hoy son una dentadura casi desecha...

Mi madre que sabe como es que funciona todo el proceso en la clínica y los hospitales, me llamo a la sala para que yo ayudara a la señora:Que compromiso, yo no conozco a nadie en la clínica, pensé!! pero mirando la cara y los ojos llenos de lágrimas de la señora, me era imposible decirle que no, pues no es fácil ver a alguien sufriendo de un dolor y no darle una mano...

Entonces recurrí al método infalible que siempre, se usa por acá, me puse a buscar entre mis cosas, y encontré un relojde pulcera, unos jabones, una blusa y otras pequeñeces, y le dije a mamá, no te preocupes, llama a tu amiga y dile que este temprano aquí, a las 7 A.M en casa..

La pobre señora a las 6.30 A.M estaba tocando el timbre, llena de felicidad porque yo iría con ella a la clínica, cuando fueron las 7 .00 A.M salimos de casa, para dirigirnos a un local totalmente deteriorado,y sucio, que si en el pasado tenía alguna sombra de pintura, ahora no podría decirles de que color lo recuerdan mis ojos, y los aparatos que eran de metal, parecían que se los comía el oxido..

..no habíamos penetrado aun por la puerta de la clínica y sentimos un grito aterrador: el que no tiene turno, que se quede afuera, "Sólo atenderemos quince personas, porque el compresor esta roto", imaginen que las personas duermen en las clínicas, para ver si pueden ser atendidas, la señora me miro a los ojos con cara de desconsuelo, y yo le dije espere aquí mi vieja y no se mueva hasta que yo regrese..

...entre y busque la que reparte los turnos, y sin mucho rodeo me acerque diciéndole tengo un regalo para ti, se lo entregue y todo funciono como si fuéramos amigas de toda la vida, le dije: mi amiga esta afuera y necesito que la atiendan rápido, sin duda no había ningún problema, como ven, la única solución es la amistad, los regalos, o el dinero, el personal de salud, ellos también tienen que vivir y la misma escasez los obliga, a vender o cambiar un servicio, que su supuestamente tendría que ser en Cuba gratuito...

..no habíamos apenas esperado, 30 minutos , y ya estábamos directo al sillón, donde un estomatólogo, que ya sabia por la señora de los turnos que había, regalos o dinero, por el medio, muy atento y eficiente , nos esperaba para decirnos que tiene buen material, que se lo han traído sus familiares de USA, y además anestesia, yo me sentí muy feliz al ver a la amiga de mi madre relajada, en la poltrona de aquel dentista.

Con la seguridad de que al menos ella va a tener la posibilidad de algún día volver a reír, y además sera un cubano menos que perderá todos sus dientes..